Muchas veces he querido lanzarme en el abismo, y caer, caer y caer, volar por el aire libre, sin destino donde llegar de mi caída.
Los abismos pueden significar agonía,
pueden significar miedos, cosas nuevas y desconocidas...Pero la mayoría de las veces se les ve como algo malo, algo en lo que nos perdemos y donde la salida desaparece.
Me gusta mirar los horizontes y perder mi visión en ellos, me gusta desaparecer en los abismos y entontrarme, estar en lugares mágicos que solo yo conozco, la entrada y salida...Sin embargo a veces las salidas se hacen confusas, y los caminos no se encuentran, lo fundamental en estos casos es solo cerrar los ojos y respirar...sintiendo que cada molécula de oxígeno que recibimos es revitalizadra y exquisita para nuestro organismo...
No quiero volver a perderme en el abismo sola, me da temor que la salida desaparezca ésta vez, y no ser capaz de ver la lúz...
Un abismo puede llegar a ser hermoso, inspirador, y aterrador...
Por esto que es mi segunda entrada sobre ellos...
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