lunes, 15 de agosto de 2011

A tres metros sobre el cielo.

Porque al inicio todo era perfecto, difícil y extraño, pero perfecto...había amor, respeto, alegrías, risas, escapadas, felicidad, aventuras y secretos...Pero los errores empezaron a ocurrir, y tocó decidir...
Seguir aguantando, seguir sufriendo, o empezar de cero...y es que a veces las decisiones no son las más certeras, y cuando el estaba dispuesto a cambiar, a darlo todo, su NO rotundo rompió y termino con un amor, quizás no era el mejor, el más sólido, el correcto, pero el estaba dispuesto a todo, el lo hizo por amor...

Cuantas veces seguiré con esto, cuántas veces le daré vueltas en mi mente que el final pudo ser otro, que el reencuentro de ellos era inevitable, que sus lágrimas brotaban de angustia, tristeza y dolor, y es que el destino es así, y es que es sólo una maldita película que la siento tan real. Debo dejar las fantasías, y empezar a abrir los ojos al mundo real, el mundo donde las fantasías y los sueños no se hacen realidad, el mundo donde el sufrimiento pesa más que las fantasías y la imaginación.