Y ahí estaba ella, pensando en el dolor que le ocacionaba recordar aquellas situaciones pasadas...
¿Es que acaso el dolor nunca se esfumaría?¿Cuán difícil podria ser superar algunas situaciones y conciliarlas?
Muchas preguntas, de las cuales las respuestas eran muy insignificantes e inconclusas.
Miraba desde la ventana y podía sentir aquel frío que venia del exterior, ese hielo que se colaba por sus huesos y no la dejaba respirar con tranquilidad, el mismo miedo que la paralizaba, la misma angusta que no podía manejar...
Cuantas veces pensó en quitarse la vida, pero solo lo intentó una vez, sin llegar a ningun resultado, pero la cicatriz le recordaría toda su vida aquel pensamiento de desilusión con este mundo y con ese estilo de vida. ¿Puede el estrés llegar a producir tanto sufrimiento,o había algo más de por medio?¿Cuánta gente le dió la espalda, y la abandonó?Son cosas que en ese entonces no le importaban, ya que nada valía la pena, nada tenía el peso suficiente para hacerle sentir que estaba cometiendo los mayores errores de su vida, hasta ese momento. El shock fué tan grande que necesitaba ayuda, pero solo tuvo la iniciativa y la partida, luego, nuevamente lo avandonó todo, y se dejó llevar por el fluir de los días, por el paso de las horas, por el termino de las noches y el inicio de las mañanas...
Me pregunto a cuántas personas les pasará lo mismo...
